saga of a desperate southern gentleman

martes, junio 09, 2009

Adiós, hasta mañana


“Los demás ven en ella un halo de tristeza, como si viviera demasiado
anclada en el pasado o esperase de la vida más de lo razonable”.
William Maxwell


Adiós, hasta mañana es la novela de madurez de William Maxwell, editor de ficción durante más de 40 años de The New Yorker, mentor de las carreras de John Updike y John Cheever, entre otros. La prosa de Maxwell, poco conocido por el público pero altamente estimado por sus colegas, es cristalina, pulcra y clara. Eso no implica que el armazón narrativo de esta novela breve sea simple en absoluto. El estadounidense disecciona con maestría un crimen del pasado para explorar las fuerzas que nos empujan a examinar nuestro pasado. Y con un perfecto dominio de los puntos de vista, se adentra en las motivaciones íntimas que desencadenaron la tragedia en una aislada granja de Lincoln, Illinois.
El narrador de la novela recuerda mucho a William Maxwell, con quién comparte datos biográficos que ya aparecen en su novela Vinieron como golondrinas –la muerte de su madre a consecuencia de la epidemia de gripe española, el padre distante o el hermano mayor con una pierna ortopédica-. Este narrador tiene en su infancia un amigo, Cletus, hijo de Clarence Smith, quién asesina al que fue su mejor amigo y vecino, Lloyd Wilson. El crimen cometido por el padre de Cletus conlleva que los dos amigos se distancien. Los remordimientos acosan al narrador durante años por darle la espalda a su amigo cuando éste más le necesitaba.
Son esos remordimientos los que, cuando es ya un hombre maduro, llevan al narrador a reconstruir lo que sucedió aquella mañana en la granja, y los hechos que condujeron a ello. Lo hace para tratar de comprender cómo se sintió entonces su amigo, para compartir su dolor y -aunque Cletus nunca lo sepa- para encontrar el perdón.
Tragedia marcada por la amistad, más bien, el fin de ella. Víctima y asesino también fueron durante años casi como hermanos. Se ayudaban a labrar las tierras o en los partos de sus reses. Sus mujeres se hacían favores y sus hijos jugaban juntos. Cuando la amistad se desmorona, se hunde también la vida de ambos. Maxwell narra sin artificios estilísticos esta íntima desgracia de dos personas que fueron amigos, y que, precisamente por ello, llegan a tal situación en que el desenlace conlleva la violencia. Con un perfecto dominio del tiempo narrativo, el escritor estadounidense crea una de esas joyas oscuras de la literatura.
Adiós, hasta mañana le valió a Maxwell el American Book Adward en 1980 y está considerada como su mejor novela. Son también muy recomendables las otras dos novelas publicadas también por Libros del Asteroide: Vinieron como golondrinas y La hoja plegada.