saga of a desperate southern gentleman

jueves, octubre 16, 2008

Shortcomings

Mantengo fresco mi primer encuentro con Adrian Tomine, allá a mediados de los noventa, en esos tebeos de 32 páginas que compilaban las historias cortas del estadounidense bajo el nombre de Sonámbulo, editados por la defenestrada “La Factoría de Ideas”. Su dibujo claro y estilizado, su narrativa clara, y sus historias íntimas desprendían un aire a lo Raymond Carver realmente fresco para aquella época.

En este año, 2008, en un mercado atestado de novedades que abarca todos los estilos y tendencias, Tomine no tiene ningún problema en descollar por su calidad. Mantiene su calidad narrativa y gráfica, pero algo se ha perdido en este Shortcomings, cuidadosamente editado por Random House, porque tengo la sensación de que el americano se ha dejado llevar y ha adoptado un tono más hollywoodiense que lo ha alejado de la realidad más cruda. Y resulta lastimoso, pues ésta es su primera historia larga y, formalmente, es mucho más que correcta.

Sin embargo, el dibujante californiano ha desertado de ese discurso que le era propio, esa suerte de naturalismo triste, para adoptar un tono aparentemente más cosmopolita y del gusto de un público más amplio, cercano al Daniel Clowes de Ghost World o a un Woody Allen descafeinado, sin gracia y de poca acidez. La soledad, que era elemento central en la obra primeriza del autor, sigue ahí, pero donde antes predominaban los silencios y las elipsis que sugerían y enriquecían sobremanera sus historias, ahora prevalecen unos diálogos desvergonzados que ahogan la sugerencia y no dejan espacio al lector para llenar de significado la historia.

Y Tomine se adentra en una reflexión sobre el amor interracial en la sociedad del siglo XXI, enfrentada a la tradicionalista América profunda que subsiste. Un tema que, en principio, invita a una gustosa lectura. Sin embargo, el autor no adopta un enfoque original, ya que el personaje principal, Ben Tanaka podría ser el protagonista de cualquier serie de televisión de éxito para adolescentes con inquietudes, y su amiga Alice, parece una secundaria de la adaptación cinematográfica de Ghost World. Eso sí, el libro está narrado con eficacia porque Tomine es un maestro en ello.

Ese autor que exploraba como nadie la excepción dentro de la monotonía, que nos hablaba de vidas grises que deambulan fuera de plano, se entrega ahora a tratar el amor post adolescente en los tiempos del iPod, cronificado desde una perspectiva urbana multirracial donde, por supuesto, el protagonista tendrá amigos homosexuales que se convertirán en sus confesores. Un relato que viniendo de la pluma de Tomine se antoja impostado y artificial. No obstante, Shortcomings es una lectura recomendable para el profano, que encontrará referentes comunes a otros medios y en el que destacan con fuerza los brillantes diálogos y la descripción y reflexión sobre la obsesión racial.