saga of a desperate southern gentleman

miércoles, mayo 07, 2008

Desocupado


El nuevo álbum de Lewis Trondheim nos enfrenta al autor francés ante una crisis aguda de creatividad. Después de catorce años consecutivos de actividad frenética, tras un parón de 80 días, el dibujante y guionista se encuentra con dificultades para retomar su trabajo. Infatigable, aprovechará esta crisis para realizar una reflexión sobre el proceso creativo, los resortes que mantienen el equilibrio y la calidad necesaria de toda carrera artística. La plenitud del creador. En esta reflexión, Trondheim no estará sólo ante el lector. Investigará el tema, hablando con compañeros de oficio como Charles Berberian, Frank Margerin, Joann Sfar, Christophe Blain, Guy Delisle o autores consagrados como Moebius, Gotlib y Art Spiegelman, debatiendo sobre figuras como Hergé, Uderzo, Fred o Franquin y cómo evolucionó su obra.

Trondheim ya tiene 40 años, lleva prácticamente media vida creando y labrándose un nombre. Es un artista consagrado que dedica gran parte de su tiempo a viajar de un lugar a otro para recoger premios y asistir a homenajes o actos de presentación de sus obras. De repente se encuentra con un parón de más de meses que le lleva a pensar que igual perdió la inspiración por el desagüe. El autor afincado en Montpellier duda entre la actividad frenética como mejor manera de invocar a las musas o, por el contrario, espaciar su trabajo para no quemarse y centrarse en trabajos más espaciados. Aprovechará para jugar con una composición de página libre, para llevar un libro de viaje tanto en un plano físico como mental, para jugar con elementos distintos, sean cartas, bocetos naturalistas o de paisajes y entornos, y sobre todo, humor antropomórfico para desactivar cierta gravedad de discurso innecesaria.

Paradoja la de Trondheim, que de la crisis creativa se saca un ensayo notable y de referencia obligada. Iniciará un diálogo con compañeros, lectores imaginados, creaciones suyas en un derroche intertextualidad y metadiscurso que arrolla al lector. Una lectura que nos sitúa al pato creador diez años después de su otra obra autobiográfica de referencia, Mis Circunstancias (Astiberri), en plena forma -¿alguna vez no lo ha estado?- a pesar de sus dudas. A base de trabajo, explotando esos miedos, extrae el galo una reflexión juiciosa.

La edición de Astiberri es impecable, como acostumbra la editorial bilbaína. Traducción correctísima, rotulación cuidada y cuidado hasta el último detalle. Una de las obras imprescindibles de Trondheim y recomendable para cualquier amante del cómic.