saga of a desperate southern gentleman

jueves, noviembre 16, 2006

Scorsese doesn't film here anymore


Se nos murió un gran cineasta. Scorsese se ha emperrado en trabajar al ralentí. ¿Se cansó? ¿Ha pedido una hipoteca? Quién sabe, pero desde luego, su última película, Infiltrados, no nos trae a la mosca cojonera que ha sido el director neoyorquino en otros tiempos. Gangs of New York ya fue un borrón en su filmografía, un pastiche digno de mierdecillas a sueldo de los conglomerados hollywoodienses. Con The Aviator decidí pasar mucho de ella, incapaz de sufrir durante dos horas y el pico a morritos Di Caprio. El documental de Dylan fue un soplo de aire fresco. Ese era otra vez el Scorsese nervudo, el de montaje sincopado, el director de grandes historias de seres que llegan a la cima para después caer a lo más bajo o simplemente morir de éxito -caso de Dylan. Infiltrados, por desgracia, supone una recaída en el cine más comercial, en el peor sentido de la palabra, por parte de Scorsese. Una historia que arranca bien para perderse en historias de amor absurdas, persecuciones aún más ridículas y acabar siendo una parodia mala de anteriores films del director. Scorsese se perdió una vez más en el camino y ya van tres. Puede que lo que necesite sea dedicarse a los documentales. Desde luego sería de agradecer que Paul Schrader le escribiera algún guión porque estas mierdas, viniendo de quien vienen, son para deprimirse. ¿Nicholson? Pues bien, aunque su actuación no salva la película como tampoco lo hizo Daniel Day-Lewis en Gangs of New York. Que pena.