Caballeros honorables (5)

A finales de los 60, EEUU vivía una etapa convulsa: el verano del amor era el infierno del amor, Vietnam sumaba bajas al censo, los tripis y demás drogas tomaban las mentes de las florecillas, aumentaban los disturbios callejeros, el tradicional sistema de estudios de Hollywood llevaba años decayendo con la aparición de directores que buscaban la independencia como Arthur Penn, Stanley Kubrick, Robert Altman o John Cassavetes. Mientras tanto el director de cine con más cojones que haya existido jamás, llevaba a todo un equipo de actores, técnicos y figurantes al límite de sus posibilidades en un lugar en tierra de nadie situado entre Méjico y Tejas para rodar Grupo Salvaje (1969). Su nombre: Sam Peckinpah, genial, bebedor, solitario, nihilista, autodestructivo, romántico, físicamente imponente, sentimental, poseído por mil demonios internos. Odiado y amado a partes iguales. Sus películas, tildadas de extremadamente violentas -Hollywood le apodó "Bloody Sam"- acostumbraban a sufrir más mutilaciones que un violador en prisión. Sus peloteras ante el desprecio de los matarifes de los estudios eran de campeonato. Normalmente, se bebía botellas de whisky enteras y las rompía abandonando la sala donde se proyectaba el estreno, mientras gritaba miles de improperios, o, en caso de rodaje, destrozaba el equipo. Carácter. Sus películas son en su mayoría obras maestras. Así, con rotundidad. Desde Duelo en Alta Sierra (1962) hasta La Cruz de Hierro y dos (1977) -la mejor película antibélica para Orson Welles-, todas imprescindibles. La lista: Mayor Dundee (1965), Grupo Salvaje (1969), La Balada de Cable Hogue (1970), Perros de Paja (1970), Junior Booner (1972), La Huida (1972), Pat Garret y Billy el Niño (1973) -el mejor western de la historia para un servidor, la historia crepuscular por antonomasia-, Quiero la cabeza de Alfredo García (1975) y Los aristócratas del Crimen (1975). Imprescindibles. Vivan los dos cojones sagrados de Sam Peckinpah. Y vivan todas las cosas que están hechas con entrañas. Larga vida a los forajidos. ¡Si se mueven, mátalos!
Este año editaron un lujoso y económico pack con cuatro de sus westerns. Muy recomendable. Incluye extras y montajes del director de Grupo Salvaje y de Pat Garret y Billy el Niño, estrenado en el pasado festival de cine de Berlín.
Documental: El Oeste de Sam Peckinpah.