saga of a desperate southern gentleman

martes, junio 27, 2006

Recuerdos

Desde mi más tierna infancia leí tebeos. Todo lo que caía en mis manos. Empecé más o menos como todos, con eso Mortadelos, DDT, Don Mikis, Pulgarcitos y tal. No sabía leer pero los narizones me prodcían un agradable efecto placebo. Ante mi interés manifiesto, mis padres, de momento satisfechos, años más tarde asustados, me introdujeron en el mundo del tebeo francobelga más clásico: Asterix, Tintín, Gastón, Spirou y Fantasio, Iznogoud, Lucky Luke, Los Pitufos, etc.
Recuerdo domingos y domingos, acompañando a mi padre al quiosco esperando que cayera mi ración tebeil de la semana: algún tochete de Don Miki o una historia larga de Mortadelo como Safari Callejero o Valor y al toro, de esos de la Colección Olé. Después a leérmelo con fruición sentado en algún banco del Turó de la Peira o en la Plaza Ibiza con algún Cacaolat para acompañarlo.
Los francobelgas eran para cumples, santos, enfermadades o navidades y sant jordis. Los fines de semana era el chavalete más feliz levantándome a las seis de la mañana y poniéndome a repasar mis tebeos favoritos antes de la hambruna desayunera.
En la escuela no estaba sólo, Carlos Mármol, gran amigo, me dio a conocer un mundo nuevo: Los superhéroes. Él también disfrutaba de la Escuela Bruguera pero tenía unos tebeitos de Forum, Vértice y Bruguera de Los 4 Fantásticos, Los Vengadores, Spiderman, Los Nuevos Mutantes y La Patrulla X que nos fascinaron a los dos. Tíos en mallas y mujeres con curvas. Lo más. Porno para chavales de 8 años. Ahora recuerdo esos tiempos con cariño. En su casa, con sus padres: Carlos te voy a dar una hostia como no bajes la tele!!!!! Viendo episodios de Los Monster y la Bola de Cristal, comiendo bocadillos de chope, espiando a los vecinos que se amaban en el baño, leyendo tebeos y haciendo planes para salvar a Bruguera del cierre. El paraíso. Y esos superhéroes se ganaron un huequito en mis lecturas. Los autores en esos tiempos no era aún importantes, al menos, no los de superhéroes. En esos años, 83-84, el rey era Ibáñez y también Vázquez y su Anacleto o las Hermanas Gilda. Un poco más adelante entro en mi vida Superlópez, ese gran Jan. Esas saguillas que nos cascamos de tíos en mallas eran de autores como Frank Miller, John Byrne, David Mazzucheli, John Romita Jr, Bill Sienkiewicz, George Perez y tal. Todo eso explotó dos años más tarde, cuando mi abuelo, concretamente un mes de mayo del 86, me compró en el quiosco de enfrente de Correos, en Paseo Colón, un tomillo de esos de Forum con los primeros cinco números de Secret Wars. Ahí empezó un vicio por coleccionar cosas desde el número 1. Mientras acumulaba Factor X o Thor, lo que realmente enganchome eran cosas como La Cosa del Pantano, Elektra Assasin, La Broma Asesina, Watchmen, El Regreso del Señor de la Noche, Arkham Asylum, Hellblazer, Sandman, Batman Año Uno. Eso era lo más y ya me iba, acompañado de mi sufrido padre, al Saló del Cómic cada mes de mayo, ahí al mercat del Born. A los 16, un tío empezó a pasarme Cairos, 1984, Cimocs y se abrió otra puerta. Ya disfrutaba en esas de los Makinavaja, Historias de la Puta Mili y Cojoncianos de El Jueves. Pero en esas lecturas que me prestaba mi tío descubrí a alguien: Carlos Giménez.
Y en el pueblo de mi madre, a la hora de la siesta y antes de ir al campo a recolectar fruta, subía al altillo a disfrutar de la colección de Papus y Jueves de mi padre. Años antes, había ya disfrutado de las Mafaldas y de los TBOs de mis padres, de la Familia Ulises, Los Inventos del Profesor Franz Copenhague, Josetxu el Vasco, y de esas historias fascinantes de monigotes espigados de Josep Coll.
Llegó la universidad y llegó, mi etapa hippie. Y no sólo eran porros, discos de Hendrix o Grateful Dead, Generación Beat y Nuevo Periodismo, era también Comix: Robert Crumb, Gilbert Shelton, Spain, Rick Griffin, Victor Moscoso, Max, Gallardo, Martí, Nazario, El Rrollo Enmascardo, Star y El Víbora. Y por supuesto, los actuales: Peter Bagge, Art Spiegelman, Julie Doucet, Joe Matt, Adrian Tomine, Chester Brown o Charles Burns. Y también el cómic europeo y el clásico: Claire Bretecher, Tardi, Hugo Pratt, Winsor McCay, George Herriman, EC Segar, Lewis Trondheim, Joan Sfarr, David B., Vulleimin, Killofer, Jason, Max Andersson y más, muchos más.

Y todo este rollo para qué? Pues para decirle a Cesc que éste es el nuevo proyecto de John Romita Jr. Cheke!!!!!!!!!!!!!!

2 Comments:

At 11:42 a. m., Anonymous Anónimo said...

una bona genealogia "cómica"... o som el que hem llegit

(10nidó doncs, ara ho entenc tot...)

(te vas saltar els patufets?)

alfred

 
At 3:03 a. m., Anonymous Anónimo said...

Great site lots of usefull infomation here.
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